¡Ni os imagináis lo que me ha costado encontrar la forma de que mis tartas quedasen decentes!
Siempre fallaba algo: o subían en el horno, o quedaban feísimas, o la base quedaba demasiado blanda (incluso cruda)...en fin, que no salían!!
Pero los que me conocen bien, sabrán que soy bastante cabezota ¡no he parado hasta conseguirlo!!!
Así que, si sois de los que esto de hacer tartaletas se os atasca: no podéis dejar de probar esta versión!!!! Os aseguro que salen!
Ingredientes para 6 tartaletas:
Para la base:
- 225 gr de harina
- 75 ml de agua templada
- 50 ml de aceite
- 1 cucharada sopera de azúcar.
Para el relleno:
- 250 gr de queso crema
- 200 ml de nata para montar
- 1 cucharada sopera de azúcar
- 1 cucharada sopera de leche condensada
- 2 cucharadaitas de zumo de limón recién exprimido
- 1 cucharada sopera de lemon curd
Elaboración:
Para la masa:
Mezclamos todos los ingredientes en nuestro robot de cocina o a mano, amasando hasta tener una mezcla totalmente homogénea.
Dividimos la masa en 6 porciones iguales y las estiramos finas con un rodillo. Cubriremos nuestros moldes de tartaletas con la masa estirada, cortando la cantidad sobrante y pinchando la base y las paredes para que no suban.
Precalentamos el horno a 180º y, mientras, metemos los moldes en el congelador.
Cuando el horno esté listo, sacamos nuestras tartaletas y las horneamos durante 10 minutos aproximadamente (o hasta que estén bien doraditas)! Las dejamos enfriar.
Si queréis aseguraros de que os quedan unas tartaletas perfectas, podéis poner unos pesos (o garbanzos) en la base para que no suban durante el horneado.
Para el relleno:
En primer lugar, batimos la nata con la cucharada de azúcar.
En otro recipiente, mezclamos el queso con el resto de ingredientes. Finalmente, incorporamos la nata con movimientos envolventes.
Emplatado: