Lo sé... Sé que a estas alturas de la Navidad no os puedo venir con una receta tan golosa como ésta, pero ¡¡no me he podido resistir!!
Se trata de LA TARTA. Sí, sí, con mayúsculas! Una Tarta Sacher "a mi manera"
La receta que hoy os propongo está basada en la de Paco Torreblanca pero con alguna variación. El cambio que más os puede llamar la atención es el de la mermelada.
Como sabéis, la típica Tarta Sacher se elabora con mermelada de albaricoque, sin embargo, en esta ocasión yo le he puesto mermelada de naranja amarga.
¿El resultado? ¡¡¡Increíble!!! La combinación del chocolate intenso con la amargura de la naranja hace que sea una tarta con un sabor intenso pero bastante alejado de lo empalagoso. Sin duda, una versión que recomiendo encarecidamente.
¿El resultado? ¡¡¡Increíble!!! La combinación del chocolate intenso con la amargura de la naranja hace que sea una tarta con un sabor intenso pero bastante alejado de lo empalagoso. Sin duda, una versión que recomiendo encarecidamente.
Ingredientes:
Bizcocho de chocolate sin harina (para dos planchas de bizcochos de 320 gr. cada uno)
Bizcocho de chocolate sin harina (para dos planchas de bizcochos de 320 gr. cada uno)
- 8 claras de huevo
- 120 gr. de azúcar
- 4 yemas
- 70 gr. de mantequilla
- 280 gr. de chocolate
- 100 gr. de chocolate negro
- 15 gr. de mantequilla
- 3 cucharadas de azúcar
- 3 huevos
- 1 kg. de naranjas amargas
- 2 limones
- 4 vasos de agua (1 litro aprox.)
- 800 gr. de azúcar
- 1 hoja de gelatina
- 100 gr. de agua
- 150 gr. de azúcar
- 75 gr. de cacao amargo en polvo
- 90 gr. de crema de leche espesa
Elaboración:
Bizcocho de chocolate sin harina
En primer lugar, montamos las clara con el azúcar a punto de nieve. Por otro lado, montamos las yemas y, una vez listas, las incorporamos a las claras montadas poco a poco.
Fundimos el chocolate con la mantequilla y añadimos lentamente a la mezcla anterior. Finalmente, cocemos a 200 ºC durante 7 minutos aproximadamente (tiene que quedar un bizcocho suave y ligero no muy hecho)
Os recomiendo utilizar moldes para bizcocho fino (si no tenéis siempre podéis hacer uno alto y cortarlo por la mitad, pero es mucho más engorroso ya que éste bizcocho es muy tierno y apenas "crece")
Mousse de chocolate
Batimos las claras con una cucharada de azúcar y, por otro lado, las yemas con las 2 cucharadas de azúcar restantes hasta que blanqueen. A la mezcla de las yemas incorporamos poco a poco el chocolate y la mantequilla fundidos. Para acabar, añadimos las claras muy lentamente y con movimientos envolventes para que quede una mousse lo más esponjosa posible.
Mermelada de naranja (3 días)
En primer lugar, cortamos las naranjas y los limones por el centro. Exprimimos el zumo. Apartamos las pepitas del zumo (incluso de los limones) y los ponemos en un atadillo de gasa atada con un hilo fuerte. Por otro lado, cortamos en juliana la cáscara de las naranjas. Mezclamos todo lo anterior y lo dejamos reposar durante 24 horas.
Al día siguiente cubrimos con la mezcla con los 4 vasos de agua y lo hervimos despacio durante 1 hora, revolviendo de vez en cuando. Esto se deja reposar durante otras 24 horas.
El tercer día añadimos el azúcar y ponemos a cocer de nuevo, revolviendo para que no se nos pegue el azúcar y quitando la espuma que se nos forme en la parte de arriba. Cocemos durante media hora y, finalmente, lo dejamos enfriar. Una vez frío rellenamos en tarros.
Presentación:
Introducimos en la nevera mínimo 1 hora (y, si no, hasta el momento de preparar el glaseado)
Glaseado de chocolate
Primero ponemos en remojo la gelatina en un recipiente con agua fría. Mientras, en una olla mezclamos el agua, el azúcar, el cacao en polvo y la crema de leche. Hervimos durante 1 minuto. A continuación, añadimos la gelatina escurrida y lo reservamos en la nevera 8 horas.
Una vez transcurrido el tiempo, lo recalentamos al baño maría hasta que alcance la temperatura de 37ºC aproximadamente.
Cuando el glaseado esté listo lo vertemos sobre la tarta y lo alisamos con una espátula. Lo dejamos en la nevera al menos media hora y...¡voilà! ¡Una tarta maravillosa!
Como ya os he comentado, esta es una versión "a mi manera" de la Tarta Sacher. Normalmente se suelen poner al menos dos capas de mermelada y no tanta cantidad de mousse o ganache. Pero, como sabéis, me encanta añadir mis propias modificaciones.
De hecho, con lo que me ha sobrado he preparado una "Copa Sacher" (sí, sí...en mi casa tenemos demasiada imaginación)
¡Aquí tenéis el resultado!
¡Espero que os haya gustado tanto como a mí!
Que paséis un fantástico final de año y ¡feliz 2014!