La verdad, desde que me compré el libro de panes soy una fan incondicional de él. Su forma de explicar las cosas, la variedad y la calidad de sus recetas han hecho que se convierta en uno de los libros esenciales en mi estantería.
Pues bien, desde que me enteré de que había sacado un libro de galletas (que son, sin duda, mi postre favorito), me moría de ganas por tenerlo en mis manos: 27 increíbles recetas y 6 moldes fabulosos!
Recetas que van desde las más básicas hasta las más "fashion", como él mismo denomina. Además, incluye una serie de trucos y consejos realmente buenos para que nos queden unas galletas perfectas.
Por eso, y para celebrarlo, he pensado en escribir una receta de galletas: pero no una de Xavier Barriga (desafortunadamente, todavía no he tenido tiempo para probarlas) sino una con tradición familiar, las galletas del "Saltamontes"
La receta me la ha dado mi abuela así que, como buena nieta, la he tenido que adaptar para poder establecer unas medidas precisas y evitar cantidades como: "lo que la masa pida"
En cuanto al nombre, sinceramente, nunca he sabido de donde proviene (me imagino que será cosa de mi abuela y sus amigas)
Las galletas son unas de mis favoritas: sencillas, fáciles y que combinan con todo tipo de "ingredientes extra":
Ingredientes:
- 150 gr de nata
- 120 gr de azúcar
- 1 huevo
- 50 ml de aceite de girasol
- ralladura de limón
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 400-500gr de harina floja (aquí le he tenido que dar la razón a mi abuela: no hay una cantidad exacta. Entre 400 y 500 gr., cuando veáis que tenga una textura maleable es que ya será suficiente)
Como bien explica Xavier Barriga, es importante que la harina sea floja porque, si utilizamos harina de fuerza, cuando metamos las galletas en el horno éstas se deformaran.
Preparación:
En un bol añadimos todos los ingredientes menos la harina y el bicarbonato y lo mezclamos. Seguidamente, vamos incorporando poco a poco la harina tamizada con el bicarbonato y, como ya os he dicho, intentando conseguir una textura maleable y no se quede pegada a los dedos.
Cuando tengamos la masa lista, la envolvemos en papel film y la metemos 1 hora mínimo en la nevera. De este modo, se trabajará mucho mejor con ella.
Pasado el tiempo, estiramos la masa sobre una superficie lisa (no hará falta enharinarla porque la masa de por sí es bastante "aceitosa") formando una lámina de aproximadamente 1 cm de grosor.
Cortamos la masa con un cortapastas y las disponemos sobre una bandeja de horno. Es importante que, a la hora de colocarlas, dejéis un espacio entre ellas porque sino tendremos el riesgo de que se peguen unas a otras.
Finalmente las metemos en el horno, previamente precalentado, a 180ºC hasta que se pongan "doradas" (unos 10 min. más o menos).
Os recomiendo poner la bandeja a media altura para conseguir una cocción uniforme.
Cuando estén listas, las dejamos enfriar en una rejilla.
En cuanto a la decoración, yo soy de las que prefieren las galletas "de siempre" pero a éstas también se les puede añadir cobertura de chocolate, piñones tostados, azúcar glas, etc.
Para conservarlas, yo las suelo meter en un bote hermético y me aguantan una semana perfectamente.
Espero que os haya gustado la receta de hoy. Si os animáis a hacerlas, os las recomiendo tomar con un buen chocolate a la taza o un colacao bien calentito porque, con los días invernales que estamos teniendo, no hay nada mejor.
¡Que paséis un buen fin de semana!
A mi me espera una Sentencia de 720 páginas...
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