Mucho.
Así que hoy toca domingo de casa y estudio! (planazo...!!!)
Pero bueno, no todo es malo!
La parte positiva de no salir de casa es que siempre hay tiempo para cocinar. Así que hoy he decidido hacer grisines!
Una receta increíblemente fácil y que a tooooodos en casa nos encanta!
Ingredientes:
Para la masa
- 250gr de harina de fuerza
- 7gr de levadura fresca
- 5 gr de sal
- 25 gr de aceite de oliva
- 150gr de agua
Ingredientes extra
- Sal maldon
- Orégano
Preparación:
Para elaborar la masa, sigo los mismo pasos que con la masa blanca (a la hora de añadir el agua, también incluyo el aceite de oliva).
En este caso, el tiempo de reposo es como mínimo 1 hora pero yo suelo dejarlo toda la noche en el frigorífico (así, la masa subirá lentamente y desarrollará una acidez que mejorará su sabor y la hará mucho más crujiente).
Cuando haya reposado el tiempo suficiente, estiramos la masa y añadimos orégano al gusto. La doblamos y repetimos el procedimiento hasta que se note que ha quedado bien esparcido el orégano por toda la masa.
A continuación, la dividimos en trocitos pequeños y los estiramos. Mi consejo es hacerlo del centro a fuera para que no se rompan.
Cuando los tengamos estirados, colocamos unas chispas de sal maldon por encima para que tengan un sabor todavía más intenso (si veis que no se os quedan "pegadas" al grisín podéis añadir un poco de agua para ello).
Disponemos los palitos en una bandeja con harina para que no peguen y rociamos con agua el interior del horno precalentado a 250ºC. Horneamos durante 10 minutos o hasta que veamos que la superficie esté dorada.
Las posibilidades de añadir ingredientes son infinitas. Ésta es mi forma de hacerlos y la que más me gusta, pero también se pueden añadir semillas de sésamo, aceitunas, queso o incluso anís.
