Primeros pasos y pan blanco


Siempre me han considerado una niña con muy buen paladar. Quizás fuese porque en mi casa la calidad de la comida es excepcional, tanto el producto como su elaboración, o simplemente por casualidades de la vida. Pero lo que sí es cierto es que, desde muy pequeños, por suerte o por desgracia, me han brindado una educación culinaria exquisita (sinceramente, puede llegar a ser un problema ser tan exigente con la comida). De ahí esas anécdotas curiosas como la de aquel día en la que un amigo de mis padres, cuando yo tenía unos seis o siete años, me dijo: “si te quedas a dormir en mi casa te hago de cena lo que tu elijas” y yo, inocente, le pedí percebes.
Pero mi primer contacto con la cocina se dio cuando empezamos a hacer nuestro propio pan (de hecho, se ha convertido en toda una tradición en mi familia e incluso nos resulta extraño ir a la panadería). Además, a esto se le suma la nueva vida universitaria y el tener que prepararme la comida todos los días. Pero, en general, mi interés por la cocina fue en aumento en los últimos meses y seguir blogs, comprar libros y cocinar para los demás hicieron que surgiese la idea de crear mi propio blog. Finalmente y tras muchos intentos, aquí estamos, estrenando un lugar en donde compartiré mis recetas, trucos, experiencias y curiosidades.
Como ya he dicho, fue el pan el culpable de que ahora mismo esté aquí escribiendo para todos vosotros así que he creído conveniente hacerle un pequeño homenaje y dedicarle mi primera entrada.




En cuanto a la receta que sigo, todavía no tengo muy claro cuál de las tantas que he probado se podría definir como la mejor, pero hoy voy a escribir mi versión de los consejos de Richard Bertinet.

Ingredientes para la masa de pan blanco:
  • 500 gr de harina
  • 300 gr de agua
  • 10 gr de levadura fresca (también podéis utilizar levadura de sobre)
  • 10 gr de sal
Modo de preparación:

En general, existen dos maneras de amasar el pan: la forma tradicional o con la pequeña ayuda de una máquina amasadora. Yo, personalmente, utilizo una kitchenaid, pero os mostraré también la manera de hacerlo sin ella. Kitchenaid: En primer lugar, calentamos un poco el agua en el microondas (no demasiado) y disolvemos la levadura en ella. Incorporamos la harina previamente tamizada y la sal en el bol. Mezclamos a velocidad 2 con el gancho amasador mientras echamos la mezcla de agua y levadura poco a poco. La masa estará lista cuando las paredes del bol estén totalmente limpias (unos 6 o 7 minutos). Si no lo conseguimos o vemos que la masa está muy esponjosa, podremos incorporar un poco más de harina a la mezcla.



(A partir de aquí la receta es igual para los dos métodos*)
Una vez tenemos la masa, enharinamos la superficie de la mesa de trabajo y hacemos una bola. Para ello doblamos las esquinas hacia el centro, volteamos y le damos forma redonda girando la masa y escondiendo los bordes hacia abajo (al final del post os dejo un vídeo para que podáis ver los pasos tranquilamente).

Dejamos reposar la masa cubierta de harina y tapada con unos paños durante 1 hora aproximadamente. Es importante que el lugar sea cálido y sin corrientes de aire ya que así el pan crecerá más (no os recomiendo dejarla reposar cerca del horno ya que sería demasiado calor). Pasado el tiempo de reposo, ponemos a levar la masa otra hora tras moldearla al gusto (ya sean baguettes, bollos, panecillos, etc.). No debéis caer en la tentación de dejar levar el pan en exceso pues es un error muy frecuente y que todos cometemos alguna vez.

Tras el levado, con un cuchillo muy afilado o una cuchilla hacemos unos cortes limpios al pan y, seguidamente, lo incorporamos en el horno precalentado a 250ºC.


 
Para que nos quede una corteza más crujiente, antes de introducir el pan en el interior del homo lo vaporizamos con un poco de agua (o incluso podemos meter también con el pan una taza con agua para aportar más humedad).
Horneamos durante 15 minutos o hasta que la corteza adquiera un color marrón dorado (es importante no abrir el horno durante los primeros 5 minutos ya que el pan necesita calor para formar la corteza)



Forma tradicional: Empezaremos diluyendo la levadura. Bertinet nos aconseja hacerlo frotando la levadura con la harina en lugar de hacerlo directamente en el agua. Incorporamos la sal y el agua y mezclamos hasta conseguir una masa pegajosa (os recomiendo utilizar una rasqueta. Es la forma más cómoda y fácil de hacerlo).
Para trabajar la masa, la cogemos con los dedos por la base, la levantamos y luego la dejamos caer hacia delante en la mesa de trabajo. Repetimos la operación varias veces y vemos como poco a poco, la masa se volverá más elástica y maleable.
De esta forma se consigue una masa con mucho aire y con una textura increíble.
Después formamos una bola con la masa siguiendo los mismos pasos que con la receta de la kitchenaid.*







 

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